Acababa de terminar el grado 11
Murió Dilan Cruz, el joven que marchaba para pedir educación

• Marchaba para exigir acceso a la educación, quería estudiar Administración, pero necesitaba un préstamo para financiar sus estudios

Dilan Mauricio Cruz, de 18 años, no soportó más. La lesión que sufrió en su cabeza, producto del impacto de un proyectil, al parecer de goma, lanzado por agentes del Esmad terminó por apagar su vida. Fueron tres días en cuidados intensivos, en los cuales los médicos del hospital San Ignacio hicieron lo humanamente posible por salvarlo, pero no lo lograron. A las 10:00 p.m. del lunes se supo la fatal noticia.

A pesar de las reanimaciones y las operaciones, el daño neurológico fue irreversible. Así lo dieron a conocer desde el primer momento, cuando el coordinador de cirugías del hospital, Juan Manuel Martínez, señaló que el paciente había llegado con un trauma cranoencefálico penetrante y con paro cardiorrespiratorio. Desde entonces se encontraba con soporte de ventilación mecánica, cardiovascular y en un estado crítico, con un pronóstico neurológico reservado.

El séptimo parte médico se dio a conocer a las 7:00 de la noche del lunes, en el que el centro asistencial anunció que se avecinaba un fatal desenlace.

“Informamos que el paciente se agravó en las últimas horas y entró en estado crítico irreversible.

Estamos esperando evolución de curso final”. Horas después murió, convirtiéndose en la primera víctima mortal de la jornada de manifestaciones en Bogotá, que inició el pasado 21 de noviembre y que se fue transformando en una jornada de violencia y excesos, tanto de algunos vándalos como de algunos agentes de la Fuerza Pública.

DOLOR 

Del episodio que llevó a la muerte a Dilan hay muchos testigos. El momento fue captado en video, desde diferentes ángulos, y se desarrolló justo cuando el Esmad dispersaba las marchas que prentedían llegar al centro de la ciudad. En las grabaciones se nota cómo Cruz corría junto a otros manifestantes para evitar las granadas aturdidoras y los gases lacrimógenos. También cómo recogió dos de ellas para lanzarlas de vuelta.

Su acto lo dejó rezagado y expuesto. Las imágenes muestran cómo un agente antidisturbios disparó directo a donde se encontraba el joven, desde una distancia no menor a 10 metros. Luego se oyen los gritos “le dieron, le dieron”. Cruz se desplomó en la calle 19 con carrera 4ª. El proyectil se incrustó en la parte posterior de su cabeza, dejándolo inconsciente.

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“Llegamos a las 2:30 p.m., estábamos marchando y los del Esmad nos tiraron bombas aturdidoras y lacrimógenas. Dilan se fue al frente a patear una lacrimógena, porque al lado había personas mayores. Ahí le dispararon a mansalva. Dicen que fue una bala de goma, que impactó al lado derecho de la cabeza, arriba de la nuca”, relató a El Espectador Jaiver Steven Tovar, amigo de Dilan y estudiante de la Universidad de La Salle.

La angustia que llegó después también fue registrada en video: un equipo de derechos humanos y gestores de convivencia del Distrito le prestaron primeros auxilios. Si bien el Comité Nacional de DD. HH. de la Unión Nacional de Estudiantes de la Educación Superior denunció que la ambulancia demoró más de 25 minutos en llegar para trasladarlo al hospital San Ignacio, la versión de la Secretaría de Salud fue que tardó solo 11.

Más allá de esta controversia, lo cierto es que pasadas las 4:20 de la tarde, cuando se dio a conocer el primer parte médico, el panorama no era el mejor. Juan Martínez, médico que asumió el caso, informó que Cruz llegó con “trauma craneoencefálico penetrante y lesiones secundarias” sufridas en el proceso de reanimación, que se le realizó en el lugar de los hechos.

Desde entonces, familiares y amigos se sumieron en la zozobra y la incertidumbre, que estuvo acompañada por decenas de estudiantes que desde el mismo día de los hechos llegaron hasta el centro médico a expresar su respaldo y gritar “Todos somos Dilan”, “Dilan vive”, “Fuerza Dilan”. 

Al día siguiente, Cruz seguía en cuidados intensivos. “El paciente está en la UCI con soporte de ventilación mecánica, cardiovascular, en estado crítico y con pronóstico neurológico reservado. Tenemos que efectuar valorizaciones continuas para brindarle la atención que necesita”, informó Martínez.

En la mañana del lunes la esperanza de su familia se mantuvo. Su hermana Denis Cruz, en la ceremonia de grado que realizó el colegio Ricaurte y en la que Dilan iba a recibir su diploma de bachiller, pidió: “Sigan orando por él. En este momento está estable. (…) Él va a salir de esta, es un hombre fuerte, inteligente y como todo ser humano tiene errores”, dijo. Al final de la tarde, con el séptimo reporte médico, la ilusión se apagó. 

 UN SÍMBOLO DE LAS PROTESTAS

Dilan se convierte en la primera víctima fatal en Bogotá de las protestas, que estallaron el 21 de noviembre y que en el trasc       urso de estos días han dejado 351 manifestantes y 182 policías heridos, multimillonarios destrozos a la infraestructura y casi 170 personas detenidas. El presidente Iván Duque lamentó lo sucedido. “He ordenado la investigación urgente de este caso para esclarecer rápidamente la situación y determinar responsabilidades. Nuestra solidaridad con su familia”, indicó, no sin antes abrir la puerta al diálogo nacional. Por su parte, el director general de la Policía, Óscar Atehortua, manifestó sus condolencias mediante su cuenta de Twitter: «Como director general de la Policia, pero en especial como padre, siento profundamente la temprana partida de nuestro joven Dilan Cruz, quien luchó hasta el último minuto por su vida. Mis sentidas condolencias a sus familiares y amigos».

Hoy el lamento es general, pues Cruz, con 18 años, acababa de terminar el bachillerato y tenía una vida por delante. Sus amigos lo describieron como un joven dedicado al estudio y al trabajo; que a su papá lo habían matado hace años; que su mamá estaba en Cali, y que él vivía solo con su hermana en Bogotá. El 19 de octubre había recibido los resultados del Icfes y quería estudiar administración, pero debía pedir un crédito. Y justo eso, dicen, fue lo que lo llevó a las manifestaciones: protestar por la desigualdad en el acceso a la educación.

“Deseamos que no haya más violencia en la calle, venga de donde venga. Queremos que la gente esté tranquila y en paz. No queremos que Dilan se convierta en un motivo de más agresividad de ninguna parte”, comunicó la familia el lunes, cuando Dilan aún seguía con vida. 

El comunicado sobre el desenlace fatal se dio a conocer a las 10:00 p.m.: “Con pesar informamos, que no obstante la atención brindada en nuestra Unidad de Cuidados Intensivos, Dilan Cruz, en razón a su estado clínico, acaba de fallecer. Nuestros sentimientos solidarios de pésame a su familia y personas cercanas a él”.

Anoche, a las afueras del hospital San Ignacio, llegaron centenares de jóvenes para expresar su solidaridad a la familia y exigir una investigación. Desde ya se convocan movilizaciones para este martes, en las que se rendirá homenaje a su memoria, previo a su último adiós. 

Con información de El Espectador

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