Venezuela necesita urgente dirigentes descontaminados de socialismo │ Por: Néstor Suárez

➦ El autor es economista. MSC AND PHD EN ECONOMÍA, miembro de la Comisión Plan País y asesor de la comisión de Energía y Minas de la Asamblea Nacional de Venezuela, @NestorSuarezRB

A Venezuela el socialismo la cogió desprevenida. ¿Por qué? Porque «dormimos con el enemigo» durante muchos años. Sólo unos pocos lo advertimos.

El socialismo era y es tenido por respetable en este país. Socialistas fueron y son una inmensa mayoría de profesores de Economía, Derecho y Ciencias Sociales, desde muchos años atrás. Y socialistas sus lecciones y programas de estudio y sus textos.

«Capitalismo ha sido una mala palabra en Venezuela». Los estudiantes han sido y son muchos todavía socialistas aquí, y eso todavía sigue siendo bien visto, y cuando se gradúan cambian su status pero no sus ideas. Y la mayoría de los políticos son socialistas, por supuesto, o socialdemócrata o socialcristiana, que es más o menos lo mismo. O a lo más «Neo» liberal, aunque sin decirlo, que es como decir: Neo estatista.

En el mal llamado «Neo» liberalismo nada tiene de liberal, es la continuación del estatismo por otros medios, aplicado en los 90 en Venezuela y América latina.

Cambios cosméticos en el instrumental del estatismo, que es el socialismo traducido a la realidad: deuda e impuestos, monopolios privados antes que estatales, entes reguladores antes que empresas del estado, derechos antidumping antes que aranceles, intervención estatal hacia las exportaciones antes que a la sustitución de importaciones. Con el mismo Estado despilfarrador y entorpecedor de la actividad privada creadora de riqueza.

“Capitalismo ha sido una mala palabra en Venezuela”. Los estudiantes han sido y son muchos todavía socialistas aquí, y eso todavía sigue siendo bien visto, y cuando se gradúan cambian su status pero no sus ideas

El socialismo ha sido considerado algo bueno en Venezuela desde hace décadas, por eso existen muchos políticos, intelectuales, sacerdotes, empresarios y jóvenes que tienen una visión profesionalmente deformada, y siguen insistiendo -algunos de ellos- en reivindicar el socialismo diciendo que esto, que esta destrucción que vivimos, no es producto del socialismo. Destruyen el lenguaje para confundir y enredar.

Y hasta han llegado a decir que Hugo Chávez no fue socialista, compartiendo con el chavismo la misma mentalidad anticapitalista, y el mismo concepto de Estado redistribuidor de la riqueza, educador y médico, que dirige y controla toda la actividad humana, económica o no económica.

En Venezuela mucha gente es y ha sido socialista sin darse cuenta, no lo sabe, no tiene conciencia. Por esa razón no propone cambio de sistema, sino de personal. De igual manera, no es mal visto ser de izquierda en Venezuela. Y mucha incluso hasta de oposición llegó a decir: «No, Chávez no es de izquierda de verdad».

Para ellos, la izquierda es lo bueno, y la derecha es lo malo. Y dicen : «No, esta no es una revolución de verdad, creen o creyeron que la revolución es algo bueno.

«En Venezuela mucha gente es y ha sido socialista sin darse cuenta, no lo sabe, no tiene conciencia. Por esa razón no propone cambio de sistema, sino de personal».

Mientras no cambien estos paradigmas de opinión, nada cambiará en Venezuela.

A finales del siglo XIX, en Europa también se creía el socialismo un «ideal «, y estaba bien visto ser de izquierda y revolucionario. Se creía el capitalismo como algo malo, cruel y perverso. La opinión pública predominante participaba de estas ideas, y los partidos políticos y la prensa. El control de la economía era considerado algo moderno en aquel entonces, y «modernistas» se apelaba sus partidarios.

Pero en Holanda, un hombre vio claro: este «modernismo» que significaba un atraso y no un progreso, una vuelta a la destrucción, al predominio del colectivo sobre la persona. Y al predominio del Estado sobre la familia, la empresa, la escuela y la iglesia.

«Y hasta han llegado a decir que Hugo Chávez no fue socialista, compartiendo con el chavismo la misma mentalidad anticapitalista, y el mismo concepto de Estado redistribuidor de la riqueza, educador y médico»

Era un pastor protestante, calvinista. Se llamaba Abraham Kuyper (1837-1890). Se había ordenado como ministro de la Iglesia Prebisteriana en Utrecht, y ejercía en Ámsterdam. Se sintió llamado a luchar contra ese «modernismo» o nuevo ropaje del socialismo. Con amigos colaboradores, fundó un semanario, El Heraldo, y un periódico, El Estandarte. Y una Universidad Privada que aún existe, la Universidad Libre de Amsterdam. Y Un Partido.

Kuyper suspendió el ejercicio de su ministerio eclesiástico en 1874, cuando se postuló para diputado por su circunscripción. Ganó con apoyo de protestantes y católicos que había enrolado para la causa antimodernista a través de la revista y el periódico.

En 1901 la reina Guillermina lo llamó a formar Gobierno, y fue primer ministro. Detuvo la marea socialista. ¿Y cómo se llamó su Partido? Se llamó Partido Contrarevolucionario.

Toda una lección para Venezuela y los venezolanos hoy en día en estos tiempos trágicos y destructivos por los socialistas. Venezuela necesita urgente un partido que le diga la verdad. Un Partido o partidos Pro Libre Mercado, 100 % descontaminados de socialismo. Cuando salgamos de este marasmo y esta confusión, tenemos que construir una economía y sociedad libre para tener prosperidad.

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